ACB: Gran victoria blanca ante una afición de diez

El Real Madrid se sobrepuso a un segundo cuarto horroroso para acabar remontando y anotarse el primer triunfo de la final, una final que promete emociones fuertes y que para nada sería descartable que se tenga que dilucidar en un quinto partido en el Palacio.

La zona en caja con Sergio Llull sobre Navarro del primer cuarto tuvo un efecto sorpresivo en el Barcelona, únicamente Huertas anotaba con facilidad tras sus típicas penetraciones. El Real Madrid, al contrario que en la mayoría de las ocasiones, salió enchufado al encuentro. Los blancos dominaban los rebotes con un Carlos Suárez al que hay que destacar por los tres rechaces ofensivos que cogió en ese primer cuarto. Cuando el Madrid rebotea es casi imparable, de ahí que fuera siempre por delante cerrando Llull su gran inicio de final con un triple sobre la bocina para acabar con ventaja de 7 puntos 21-14.

Nada hacia presagiar que el segundo cuarto iba a ser tan desastroso para los intereses madridistas, los de Laso perdieron el rebote y con un Sada, que jugó su mejor partido en años, que fue capaz de añadir a su siempre espíritu defensivo un acierto en el triple espectacular, permitió a los azulgrana endosar un terrible parcial de 14-31 que no fue peor gracias a que Rudy tiró del carro en esos momentos difíciles y consiguió producir puntos a base de garra y de jugarse el tipo con penetraciones a veces suicidas.

El tercer cuarto fue el más soso del encuentro como si se supiera lo que se avecinaba y los jugadores de ambos equipos quisieran resguardar fuerzas para el último asalto. Un parcial de 15-13 para los blancos dejaba en el minuto 30 un resultado global de 50-58 que no daba buenas sensaciones a la parroquia blanca.

En el último cuarto los madridistas demostraron quien tiene más ganas de ganar esta final y pusieron una marcha al encuentro que los de Pascual no pudieron soportar y poco a poco fueron perdiendo su ventaja en el marcador hasta que Rudy machacó el aro para empatar a 65 a falta de escasos tres minutos. La rabia es que los catalanes tienen todavía a Navarro que con un alarde de experiencia condimentada con su típico teatro, le sacó tres tiros libres a Felipe que unidos a otro par de ellos en la siguiente jugada, logró poner al Barcelona nuevamente cinco puntos arriba y con ello en máximo riesgo a los blancos. Pero ahí surgió la barba del Chacho, con un 2+1 y un triple el base madridista remató el partido ayudado por la increible aportación del gran capitán que cogió dos rebotes ofensivos cruciales para anotarse la victoria y quien sabe si el título.

Posteriormente y con 73-72 llegó la jugada polémica del choque, Sada encaró la canasta madridista y la mano salvadora del Chacho evitó la canasta, para mí no fue falta personal pero los llorones del Barcelona aprovecharon la ocasión para, con el encuentro ya perdido, influir en el arbitraje de los siguientes partidos. Por una vez que ante una jugada dudosa no salen favorecidos protestaron como poseídos por todos los demonios, y eso que ellos, como en fútbol, nunca lo hacen. En fin, la victoria cayó del lado madridista que era lo importante, ahora a seguir porque no va a ser nada fácil. El martes el Palacio deberá ser otra vez clave para compensar la presión a la que le someterán Navarro y compañía a los árbitros, y es que poner el 2-0 en la final sería casi definitivo para obtener el título.