No me gusta hablar del Barcelona o de jugadores de ese equipo en un blog que está dedicado al Real Madrid pero dado que Neymar fue un jugador pretendido por el equipo blanco, voy a hablar de él y creo que debido a su repercusión mediática no va a ser la última vez.
Neymar demostró ayer que es un crío algo creído que piensa que es el rey del mambo, el típico brasileño que se cree que está por encima del bien y del mal. Lo cual es muy bueno para el Real Madrid porque aunque al principio seguro que llega muy sumiso al vestuario azulgrana, diciendo como hasta ahora que Messi es el mejor y que es un orgullo jugar con él, cuando pasen los partidos y no marque los goles que espera ahí le querré ver. De todas formas, hasta diciembre seguro que entre que el vestuario culé tratará de tapar cualquier problema y el apoyo que tendrán de la prensa de allí, seguro que no surge ninguna tensión. Pero la convivencia y el día a día es donde se ve el verdadero cariño y entre Messi y Neymar a primera vista no acabo de tener claro que con el paso del tiempo no se vayan a tirar los trastos a la cabeza.
Aunque ya estoy viendo como si fuera hoy saliendo en rueda prensa a Xavi y a Iniesta comentando lo buen chaval que es Neymar y lo rápido que se ha adaptado al estilo de juego del equipo y al vestuario, eso sin embargo, será la prueba más determinante de que la cosa no acaba de funcionar y que quieren tapar el mal ambiente o lo que es peor que no quieran admitir que existe. Si los capitanes azulgranas no salen a la palestra, entonces seguramente tendré que reconocer mi error y la cosa en ese vestuario va mejor de lo que esperaba.
Lo que si está clarísimo es que no sé si el estilo de Neymar se adaptará al juego azulgrana pero lo que si se adapta como un guante es su forma de tirarse a la piscina, el salto de Neymar se aprecia en los detalles que está claramente influido por los saltos a la piscina de su compañero de selección y ahora de equipo Daniel Alves. Como si se tratara de Juan Gris influido por Picasso, se puede observar como Neymar, además del gran salto que utiliza con soltura, usa una gran expresividad en la cara como si se estuviera retorciendo de dolor que es la característica más destacada de los saltos de Alves, se puede decir que es una copia casi perfecta y que con el tiempo y con la ayuda del propio Alves seguro que perfeccionará.
Me estoy imaginando la cara de impotencia de los defensas uruguayos que pese a denunciarlo publicamente se tuvieron que aguantar y que como si se tratara de un concurso de televisión parecía que tenían que limitarse a puntuar los saltos a la piscina de Neymar mientras el árbitro no tomaba ninguna medida disciplinaria al respecto. Espero que eso no ocurra en la liga española y que los árbitros sean valientes y no permitan ese tipo de actuaciones, aunque a día de hoy es algo que veo inviable.
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