Hay solo dos cosas que le puedo reprochar al Real Madrid de basket y son:
La primera, que realmente para la Euroliga le hace falta un pivot que intimide en defensa y sobretodo que coja rebotes, porque se volvió a demostrar que Begic no da el nivel en partidos frente a gladiadores del baloncesto, y es que Loncar y Davis (los dos pivots principales del Khimki) no son malos, pero tampoco son ninguna maravilla, y aún así, crearon el pánico en ambas zonas cogiendo rebotes y anotando 31 puntos entre los dos.
La segunda cosa a reclamar, es que un equipo con las aspiraciones que tiene este año el Real Madrid no puede tener tantos altibajos en un mismo partido. Ir perdiendo de diez puntos, acercarse con buenas defensas, se vuelven a ir hasta de 18 puntos, remontada impresionante, pero luego otra vez se van de cinco, para al final casi ganar el partido con un último tiro de Rudy. Vale que el estilo del Real Madrid es correr y que los contraataques son su arma letal, pero hay a veces que hay que controlar esos impulsos y hacer ataques ordenados de veinte segundos, jugando interior, para al menos intentar forzar las faltas de los pivots rivales, ayer se les logró cargar de faltas pero ya muy al final. Por ejemplo, Loncar su máximo peligro todo el partido, estuvo jugando con dos faltas muchos minutos del segundo cuarto y no hubo ningún ataque en ese tiempo que le hiciera forzar en defensa para que cometiera la tercera.
Esta claro que este grupo es el más complicado de todos con diferencia, y que los resultados están siendo muy ajustados, por lo que bien haría el Madrid en salir con la gran actitud en defensa que muestra durante diversas fases del partido, casi siempre con Draper y Slaughter en cancha, porque en caso contrario, podrá perder más de un partido, sin ir más lejos, la semana que viene visita al Fenerbahçe turco, un rival complicadísimo y contra el que habrá que jugar muy bien para llegar con opciones de victoria final.
Todo esto no quita para que confíe plenamente en Pablo Laso y en el equipo, por fin el Madrid tiene un entrenador que pide tiempos muertos cuando hay que pedirlos y da las órdenes adecuadas en ellos, y por fin, se planifican jugadas en esos tiempos muertos y salen, una pena la de ayer de Rudy, pero al menos le llegó la bola y se pudo jugar un uno contra uno con bastantes opciones de anotar.
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