Pepe quedará marcado a fuego por la acción que tuvo con los jugadores del Getafe y más especialmente con Casquero, durante el más que recordado partido de liga en el Bernabéu contra ellos, un día del ya lejano 2009. La cuestión para Pepe es que la fecha está lejana en el tiempo pero cercana todavía en la memoria por lo impactante que fue, impactante, y también novedosa, lo cual según diferentes estudios psicológicos y neuronales hace que lo recuerdes con mucha más claridad. Pues eso es lo que le ocurre a Pepe, todo el mundo vio como tuvo esa reacción con Casquero y ante cualquier otra jugada en la que intervenga, es prejuzgado como culpable, a pesar de que en muchas de ellas lleve más razón que un santo.
No diré que Pepe es un santo por la acción mencionada con los jugadores del Getafe y por algunas otras que ha tenido durante su carrera en el Real Madrid, y es que es más, al jugar de central veo bien que no lo sea, un central tiene que ser duro y expeditivo, o es que el gran Fernando Hierro era Teresa de Calcuta?. Pero de ahí a cargar contra Pepe, como hizo Tito, y después han hecho todos los palmeros periodistas catalanes, me parece vergonzoso.
Y es que por más que les pese, Pepe lleva mucha razón, mejor dicho, toda la razón en sus comentarios tras el partido del domingo. Los jugadores del Barcelona son unos teatreros, desde el papel protagonista interpretado casi siempre por Daniel Alves, a actores secundarios como Busquets, Mascherano o Iniesta, y a nuevos actores que buscan su sitio en la difícil profesión de la interpretación como Cesc o Alexis Sánchez.
La verdad duele, y entre lo del independentismo y que cada vez más los jugadores se van de gira por España con su teatro, como el caso de Cesc en Sevilla, parece que cada vez más el pueblo llano se está quitando la venda de los ojos y empieza a comprobar que Pepe no es un santo pero tampoco el demonio que quieren hacer ver desde Cataluña.
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