La hipocresía no la soporto, y que venga ahora Jaime Ortí (antiguo presidente del Valencia) a dar lecciones de deportividad poco menos que es inaceptable. Es como si Urdangarín, Oriol Pujol y Luis Bárcenas dieran hoy una conferencia sobre integridad y ética, pues no, ya está bien de tener que aguantar y poner la otra mejilla porque sea el Real Madrid.
En esta ocasión no salió Mourinho a quejarse, y muy bien que hace porque ya se ha comido muchos marrones de este tipo, fue Di María como podría haber sido Sergio Ramos, Pepe, Higuaín, en fin la mayoría, y digo la mayoría porque no me imagino por ejemplo a Xabi Alonso haciendo ese tipo de declaraciones. Le tocó a Di María que además anda algo cabreado consigo mismo y con el mundo, solo hay que verle la cara que tenía durante la rueda de prensa, para a la primera pregunta sobre el arbitraje soltar lo que llevaba preparado a modo de deshaogar tensión acumulada.
Pues muy bien por Di María, no creo que el Real Madrid ganase 2-0 al Valencia por el arbitraje, aunque si que es verdad que si los arbitrajes durante la liga hubieran sido como el del otro día en el choque copero, el Real Madrid no estaría ahora tan lejos del Barcelona. Por lo tanto como el club no realiza, al menos públicamente, ninguna crítica a los arbitrajes recibidos, veo bien que alguien se queme en favor del Real Madrid y esta vez ha sido Di María, espero que la próxima vez sea alguno de los capitanes.
Lo que no es de recibo es que Jaime Ortí o Albelda vengan ahora a calentar más el ambiente para el partido de vuelta con declaraciones que están fuera de lugar, primero, porque por más que se empeñen en un fuera de juego Casillas llegaba antes que Soldado y en el otro el antiguo canterano del Madrid envió el balón al larguero, y segundo, porque ambos tienen un historial que por un mínimo de sentido común no les debería de permitir hacerlas, aunque esto es la selva y todo vale, espero que el Real Madrid haya por fin aprendido la lección.
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