A pesar de la expulsión de Ramos en el minuto 18 de partido, el Real Madrid tuvo una cómoda victoria en el Bernabéu ante un Rayo que nunca inquietó en otro partido más de la liga 2012-13, gracias a los dos goles tempraneros del equipo blanco marcados en el minuto 3 por Morata tras rápida contra llevada entre Kaká y Özil, y en el 12 por Sergio Ramos tras anticiparse al defensa rayista y rematar de cabeza una falta sacada por Özil.
El partido en sus inicios realmente prometía y tras los dos goles se intuía que podía ser un festín blanco cuando en un minuto todo cambió, Sergio Ramos vio la primera amarilla de forma injusta por una falta casi inexistente, y prácticamente en la siguiente jugada centro por la izquierda que golpea en la mano del de Camas y como consecuencia expulsión y fin del entretenimiento. A partir de ese momento el Real Madrid replegó líneas, Mourinho introdujo a Albiol como lateral derecho sacando a Morata del campo y el partido perdió toda su chispa, el Rayo llegaba hasta cerca del área madridista pero nadie asumía riesgos y la defensa blanca era capaz de mantener su portería a cero con excesiva comodidad. Solo una ocasión al filo del descanso pudo meter al Rayo en el choque pero Trashorras envió alto un disparo desde dentro del área.
La segunda parte fue un mero trámite con un Rayo inoperante en ataque y un Real Madrid que salvo algún zarpazo no estaba por la labor de hacer ningún esfuerzo extra, tal vez hubiese podido cambiar la situación un penalti no pitado a favor del Rayo Vallecano tras una mano bastante clara de Coentrao en el área defendida por Diego López, el árbitro desastroso todo el encuentro para los dos equipos no lo vio y el Rayo poco o nada más hizo para merecer algún gol.
Ahora al menos el Real Madrid tiene una semana limpia para entrenar, recuperarse de los esfuerzos y preparar los compromisos tan importantes que se le avecinan.
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