ACB: Felipe Reyes y Navarro son dos grandes capitanes

El Palacio de Deportes ya ha cumplido, 13000 entusiastas madridistas lo llenarán colgando el cartel de no hay billetes. Ahora le toca al cuerpo técnico y sobretodo a los jugadores dar hasta su último aliento para poder levantar el trofeo de liga y alcanzar la número 31 en sus vitrinas. La afición, el equipo y más que nadie el gran capitán Felipe Reyes se lo merecen, levantar la copa en el Palacio delante de todo tu público puede y debe ser un premio para la gran temporada que ha hecho Felipe que tendría que culminarse con su renovación por al menos dos temporadas más.

Los catalanes ya están jugando el arma que más les gusta usar que es la de la lágrima, son unos llorones y ahora lo hacen por todas las bajas que han tenido y por la más que segura de Navarro. Yo creo que Navarro se reservará los dos primeros cuartos para tras el descanso probarse, aunque su rotura fibrilar distal femoral de la pierna derecha no creo que le permita estar en la cancha más de cinco minutos, será más bien como motivación extra para sus compañeros el ver como su capitán lo intentó y no les abandona.

Hay que reconocer que Navarro pese a su teatralidad y a que salvo cuando juega con la selección no le soporto, es realmente bueno y con el mismo espíritu ganador y de gran capitán que Felipe Reyes, por eso no es de extrañar todos los éxitos de nuestra selección y es que no solo hay que poseer la técnica y con ello la calidad jugando, también hay que demostrar esa garra y esa ansia por ganar que únicamente tienen los grandes jugadores. Para mí, ambos equipos se ven reflejados en la lucha que hubo entre Felipe y Navarro en el tercer partido en la que el capitán madridista se tiró por el balón como si fuera el decisivo para ganar el título.

Mañana miércoles uno de los dos levantará el título de liga, ya va siendo hora de que la afición del Madrid pueda ver ganar a su equipo la liga en casa, han pasado 20 años desde la última vez y eso es mucho tiempo, el Madrid debe volver a dominar el campeonato liguero en baloncesto para que lo de mañana no se vea como un acontecimiento excepcional que no se sabe si habrá que esperar otros 20 años para volverlo a ver.